Cuestiones éticas.

La reanimación cardiopulmonar y el apoyo de vida cardiaco avanzado no son siempre del interés de una persona. Esto es especialmente cierto en el caso de enfermedades terminales cuando la reanimación no alteraría el resultado de la enfermedad. La RCP correctamente realizada a menudo causa fracturas de costilla, especialmente en pacientes ancianos o que padecen osteoporosis. La defibrilación, especialmente repetida varias veces como se requiere por los protocolos de apoyo de vida cardiaca avanzado, puede causar quemaduras eléctricas. El masaje cardiaco interno, otro procedimiento de apoyo de vida cardiaca avanzado, realizado por médicos de medicina de emergencia requiere abrir la caja torácica, lo cual es doloroso durante las semanas de recuperación. Mientras tal tratamiento vale la pena cuando ahorra una vida,hay ocasiones en que el afectado no está del todo de acuerdo.
No es sorprendente que algunas personas con una enfermedad terminal decidan evitar tales medidas "heroicas" y recibir únicamente un tratamiento paliativo.

La gente que desea recibir tratamiento en caso de un paro cardiaco debería discutir estos deseos con su doctor y con su familia.

Es también importante que estas vistas se apunten en algún sitio en el historial médico. En caso de paro cardiaco, los profesionales de salud necesitan actuar rápidamente basándose en la información disponible. Como el paro cardiaco a menudo sucede fuera de horas regulares, el equipo de resucitación raramente incluye a alguien que conozca al paciente.

Un paciente le puede pedir a su doctor que registre una orden de No Resucitar (DNR, por sus siglas en inglés) en el historial médico. Alternativamente, en muchas jurisdicciones, una persona puede indicar formalmente sus deseos en una "directiva avanzada" o "directiva avanzada de salud"(esto es, es un documento legal en donde se indica cómo quiere ser tratado si enferma gravemente y no hay esperanza alguna de recuperación).

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